viernes, 30 de octubre de 2009

Estrenando el Medicare y de que manera!

El martes en la mañana salimos temprano del apartamento, yo andaba con aquellos dolores producto de la visita mensual de nosotras las mujeres, pero nada fuera de lo normal. Nos montamos en el tren, el cual a esa hora viene siempre lleno y bueno nos tocó parados. Un par de estaciones más adelante comencé a sentir muuuuucho calor y la tensión se me bajó, tenía las manos frías y sentía que no podía seguir de pie, me agaché como pude y ahí soporté unos minutos mientras llegábamos a la siguiente estación. Allí Carlos me ayudó y caminamos hasta unos banquitos donde me senté y comencé a sentir un dolor terrible de vientre, pero una cosa insoportable, me acostaba en el banquito, me sentaba y no había forma de que aliviara. Le dije a Carlos: busca ayuda porque no puedo con esto, siento que me desmayo!!! El pobre salió corriendo a pedirle ayuda a unas muchachas que estaban a unos pocos metros de nosotros, una de ellas fue a avisar al personal de la estación del tren, mientras la otra se me acercó a preguntarme que tenía y ver como me ayudaba. En este punto, me vieron tan mal (como en efecto me sentía) que Carlos me alzó, la muchacha agarró mis cosas y me llevaron hacia las escaleras mecánicas donde justamente venía un señor con la otra chica. Inmediatamente, nos llevó hasta un cuarto de primeros auxilios dentro de la estación. Yo seguía igual, ni acostada en la camilla sentía alivio, de hecho si les soy sincera quería desmayarme para no tener que aguantar el dolor tan fuerte que estaba sintiendo. La muchacha y el señor decían que tenían que llamar a una ambulancia y adivinen: unos pocos días atrás habíamos hecho el registro por Internet, pero no teníamos un numero, ni mucho menos nos había llegado el carnet. Así que Carlos buscaba opciones alternativas pues siempre nos han dicho que el servicio de ambulancias aquí es carísimo, él les explicó la situación y decidieron optar por un taxi. La muchacha salió a buscar uno y cuando lo consiguió regresó y me llevaron en una silla de ruedas hasta afuera. Como se imaginarán, no teníamos idea de que hospital estaba cerca, gracias a dios la muchacha siempre nos acompañó, inclusive se fue con nosotros en el taxi y le explicó al taxista para que hospital íbamos.

Al llegar al hospital me pusieron en otra silla de ruedas y entramos a emergencia, habían pasado ya como 20 minutos y yo seguía igual o peor, porque estaba temblando como si tuviera fiebre a 40, el dolor me tenía ya como loca creo yo :s

Había como una taquilla donde Carlos les explicó lo que tenía, pero no veíamos mucho movimiento, yo le decía al muchacho que me cargaba en la silla, que necesitaba acostarme y me decía: "No es posible ahora, tienes que esperar!!!"... lo cierto es que luego nos pasaron para otra taquilla y me pusieron en frente para que yo respondiera las preguntas. Ahí casi me desmayo pero de la impresión, yo pensaba:"Dios mío pero esta gente no esta viendo que estoy doblada del dolorrrrr", y la señora con calma haciéndome un interrogatorio, al cual por supuesto no podía ni responder, Carlos y la muchacha eran los que respondían por mi. Unos minutos mas tarde, de la desesperación que me dio al ver que estaba en el hospital y aun así no me atendían, se me comenzó otra vez a bajar la tensión y comencé a sentir nauseas, lo único que les dije fue que me dieran una bolsa y afortunadamente me la dieron, porque en efecto, para no ser muy gráfica me quedé sin desayuno... Solo después de ese acontecimiento, decidieron pasarme y Carlos se quedó afuera respondiendo las preguntas solo.

Una vez adentro, cambió la historia, pronto llegó la enfermera, me dieron una cobija tibia, luego la doctora entró, me examinó, me sacaron la sangre para hacerme exámenes. Seguidamente me pusieron tratamiento para el dolor y ya volví a la vida. Me pareció la atención muy buena, las instalaciones como las de una clínica privada en Venezuela y hasta mejor en algunos aspectos, todo muy limpio. Otra cosa que me gustó es que la enfermera era super atenta, y siempre pasaba a preguntarme si el dolor había bajado o no, de hecho como a las 11 am, me dijo que si quería me traía un sándwich porque necesitaba comer algo, y en efecto me lo dieron, cosa que en Caracas no pasaría ni en la clínica metropolitana.

También me llamó la atención la manera que limpiaron el cubículo que estaba diagonal al mío cuando se desocupó. Vino un señor quitó las sabanas, limpió el colchón con un liquido, la almohada, los bordes de la cama, me impresionó lo meticuloso de su trabajo, porque es algo que deberían hacer todos los centros de salud por prevención pero jamás en mi vida lo había visto.

Al final, el diagnóstico fue algo así como que eso le pasa a muchas mujeres cuando cambian de ambiente, al enfrentarse a cambios climáticos drásticos, más el estrés de la mudanza, que produce cambios hormonales y el organismo reacciona como le da la gana, osea casi matándome del dolor.

En fin, les echo todo este cuento para que mejor hagan lo del ambulancia apenas lleguen, nosotros le dimos muchas largas a eso, y resulta que Murphy hizo su aparición. Luego una amiga venezolana me comentó que podíamos haber llamado a la ambulancia así no tuviéramos el número/carnet y ellos después enviaban la factura a la casa, y ahí tu les respondes enviándoles en número. Pero como dicen por ahí: el que no sabe, es como el que no ve.

Otra cosa para la que no estábamos preparados, era para responder preguntas de historia médica y medicinas EN INGLES. Era hasta gracioso, haciendo señas para que medio nos entendieran, a Carlos inclusive le tocó hacer investigaciones en Internet desde el celular para saber cual era el componente base de una medicina y buscar una equivalencia local. Ahí les dejo esa tareita también!

Ya para terminar el cuento, que me quedó como largo, a que no adivinan que recibimos al día siguiente en el buzón??? El carnet de la Ambulancia!!!!

12 comentarios:

Koalita. dijo...

Que bueno que no te paso nada y todo está chévere!!

Cuidate muchote!!

Saludos a Carlos,

Koalita.

PENSANDO en EMIGRAR? _ Esto puede ayudarte dijo...

Diana, ya me habias dicho que te morias de ganas de usar la tarjeta de Medicare, pero mujer...podrias haberte inventado un resfrio o algo parecido, no hacia falta ir a lo grande no ??
Me alegro que todo tuviera un final feliz.

Diana dijo...

Si Koalita, gracias a dios. Pero fue horrible!!! No recuerdo haberme sentido tan mal antes, pero bueno cosas q pasan.

Un abrazo.

Diana dijo...

jajaja me hiciste reir Manolito, que malo! yo no me moría de ganas de usar el medicare nada y menos de esa forma, pero buenoooo, me tocó. Si gracias a dios a la final no fue nada.

Saluditos ;)

Gabriela dijo...

Ay Dianita, que mal rato. Eso es muy normal que suceda, la verdad, a mi me sucedía mucho cuando estaba en época de exámenes, jeje, la cosa era que yo andaba en autobuses y no se resolvía tan eficientemente. La próxima, 2 ibuprofeno y cero inventos de salir. Gracias a Dios todo se resovió bien, me imagino a Carlos, debe haber estado mas pálido que tu... Cariños, nos vemnos en unos días.... yeiii

Diana dijo...

Si gaby terrible...Un susto increíble. Ese día salí porque tenía curso, de hecho tenía una exposición, así que me tome mi ibuprofeno y salí porque me tocaba.
En efecto pobrecito mi esposito estaba más asustado y estresado. Pero bueno experiencias que pasan.
Ya te falta poquito no? te voy a mandar un email para que me cuentes los detalles.
Besitos
Saluditos por alla

Alejandro dijo...

Hola Diana! menos mal que todo fue un susto y nada más! Eso quiere decir que hay que relajarse más y tomar todo un poco más tranquilo..jeje. Muchos éxitos y bendiciones para ustedes!

Saludos desde Guatemala!

Diana dijo...

Hola Alejandro

Si gracias a dios fue solo eso, un mega susto. Si y en efecto, aunque es fácil de decir dificil de cumplir, hay que tratar de llevar las cosas mas pausadamente!!! Porque al llegar hay taaaanto por resolver, que pretendes ser un pulpo para hacer de todo jeje. Pero ya ves que no trae buenos resultados.

Saluditos ;)
Exito

Nore dijo...

Gracias a Dios y no fue nada grave, que susto.
Y gracias por el dato para tenerlo presente..

Mary Elizabeth dijo...

Ay Dianita, que chimbo no? Pero menos mal no fue nada continuado. El estress se acumula de manera irónica y extraña.

A mí me paso lo contrario, la visita mensual no llego y cuando nos habíamos mudado y ya con todo arreglado, desperté con las glándulas salivales inflamadas -yo llegue a pensar que era parotiditis que nunca me había dado- CANCELADO. Me había asustado tanto que no paraba de llorar porque además sentía un dolor en el cachete. Bueno, al final fuimos a un médico descarto la parotiditis y explico que era motivo del cambio y además, sabes qué? El dolor en el cachete era taratataaan… se estaba asomando la muela de juicio del lado inferior derecho (por primera vez). Ay bueno todo resulto cómico y salí de allí riendo y con la prescripción de tomarme solo cada cuatro horas por tres días Ibuprofeno.

Que estés súper amiga.
Abrazos
;-)

Diana dijo...

Si Nore afortunadamente, solo un sustico!!!
Un abrazo

Diana dijo...

Hola Mary E

Si vale, una locura.
Que cómico lo que te pasó jeje, es que a veces uno también piensa es en lo peor y lo que hace es complicarse la vida.
Menos mal era solo tu cordal jeje, esas cordales soooooooooooon fastidiosísimas. Yo antes de venirme para aca me saque las 4 de un solo golpe, pero también la vi de cuadritos porque me dió una aftitis aguda por el maltrato en la boca...
Pero bueeeeeeeeeeeeeeno, ya... no más enfermedades!!!

Un abrazote por alla

No se te olvide mandarme tus número de teléfono ;)
Besos