La puerta que toqué y se abrió

Siempre escuchamos refranes como "tocar la puerta no es entrar", o "no se pierde nada con intentarlo" "no hay peor diligencia que la que se deja de hacer", y bueno todos alguna vez hemos vivido alguna experiencia donde gracias a decisiones rápidas, a riesgos tomados, o en otros casos a decidirnos a enfrentar temores hemos obtenido buenos resultados de esas acciones, y en otros casos por el contrario, cuando hemos dejado de intentar algo pues luego nos lamentamos por no haberlo hecho. A que voy con todo esto, bueno quería comenzar por allí porque precisamente por atreverme a tocar una puerta, y en parte insistir fue como logre lo que hoy en día nos da algo mas de tranquilidad, y es el hecho de afortunadamente he conseguido trabajo.

Ya un poco les adelantamos en un post anterior, y ahora les hecho un poco mas detalle de que se trata y como paso.

Todo esta historia comienza aproximadamente en Julio de este año, cuando, en mis últimos días laborando en Venezuela, envié unos correos de despedida a personal con quien yo interactuaba ubicado en USA y Canadá.

Pero para que se entienda un poco mejor, mi trabajo en Venezuela consistía en darle soporte a compañía de comunicaciones local llamada Movilnet, específicamente a unos equipos dentro de su plataforma. Bueno, el soporte se lo daba a unos equipos de fabricantes Estadounidenses y otros Canadienses. Yo interactuaba mucho con estas personas y hasta cierto punto pues cree empatía con varios de ellos.

Retomando el tema del correo de despedida, pues decidí tanto por la amistad y como por no dejar despedirme de varios de ellos y bueno, contarle de la inmigración a Australia. Yo en el fondo siendo sincero a parte de los buenos deseos pues esperaba que alguno me dijera algo como que bueno, sabes, yo conozco a X o Y persona allá que te puede ayudar a conseguir trabajo. Algunos de ellos, de una misma empresa pero de departamentos diferentes, me empezaron a preguntar que iba a hacer en Australia, que si tenía algo cuadrado para trabajar, que quizá se puedan dar algunos proyectos por allá. Yo les dije que no molestaran, que yo quería era llegar y conocer la ciudad y tomarme el resto del año descansando porque necesitaba vacaciones. Je je, no vale, como creen, pues les dije que obviamente si estaría interesado pues sería algo en mi área y en algo que inclusive venía manejando.

Pues bueno, no pasó nada en los días siguientes y yo tampoco me hice ilusiones. Resulta que un par de semanas después recibí una llamada a la casa, y resulta que era alguien de Australia. Yo de momento no entendía mucho de que se trataba y aparte que no estaba mentalmente preparado para recibir una llamada de ese tipo así de repente. Bueno, en la conversación medio me desenvolví aunque me costo porque el señor no modulaba muy bien (luego me enteré que es irlandés). Hablamos un rato, quería ver mi interés, mis planes en Australia, y hasta me pregunto aspiraciones salariales lo cual no supe ni responderle. A la final me dijo que íbamos a seguir en contacto y que él estaba interesado en mi perfil, que el tenía mi currículum y que me iba a enviar un correo sobre el tema. Bueno, no se imaginan el desconcierto de esa llamada, la emoción en cierta medida y a la vez la incredulidad, en fin, esa noche no dormí bien.

Bueno, pasaron los días y yo no volví a saber nada del señor este. Esa etapa de emoción, expectativas e ilusión por algo posible, cambio a frustración, negativismo, y pensamientos como: será que mi inglés fue tan malo que al señor no le convenció mi nivel? o sera que la cuestión era solo una posibilidad mas nada y no se dio la vacante? o no era yo el mas indicado? en fin, empecé a perder las esperanzas.

Sin embargo, cuando recapitulaba la conversación que tuve yo sentí mucho interés de parte de esta persona, y recordaba que él dijo que me iba a escribir. Es cuando decidí insistir y hacer algo que normalmente uno no haría con un empleador luego de una primera conversación, y es el hecho de intentar directamente contactarlo y hablarle de mis conocimientos y experiencia (que fue algo que no hablamos cuando me llamó). Empecé entonces a investigar en base al nombre de la compañía que me dio y el nombre que tenía de el a través de Internet y dí con un número master. Bueno, compré crédito con skype y llamé directamente. Me pasaron de una extensión a otra y a duras penas llegue al número de la asistente quien me dijo que no estaba. Fue frustrante porque me costó el tema del inglés, pues solo para dejarle mi número y que me devolvieran la llamada tardé como 5 minutos. Todavía pienso que por haber sido la llamada por Internet a un teléfono fijo influyó en que no me escucharan bien, pero para ese momento sentí que mi inglés estaba tan mal que ni los números me entendían.

Todo esto estaba pasando y Dianita no sabía nada que yo había llamado al señor y todo el cuento, y mis razones tenía para no contarle porque hasta yo sentía que era medio desesperado y que lo normal era esperar que me llamaran y si no se da pues ni modo. En fin, seguí intentando varios días hasta que por fin pude hablar con el señor. Pues resulta que me dijo que él si me había enviado el correo al día siguiente de la primera llamada y simplemente nunca llegó. A todas esta hice bien en llamarlo porque así pudimos terminar de definir lo que luego se convertiría en un acuerdo laboral.

En posteriores llamadas y correos tanto con él como con la gente de Canadá, entendí que la persona que estaba en Australia es uno de los dueños de una compañía que sirve de intermediaria a la compañía Canadiense para ubicar personal en Australia en diversos proyectos de telecomunicaciones.

Para no hacer el cuento tan largo (que ya de por si lo es), correos iban y venían, algunas llamadas y hasta que por fin se llegó a un acuerdo ya unos días antes de nuestro viaje (a finales de agosto). Inicialmente se trataba de una oferta por un contrato de unos 6 meses, lo cual no me importaba mucho porque lo importante era comenzar con algo, pero a a final la cosa resulto mejor todavía pues me hicieron una propuesta de trabajo permanente.

En fin, Dios nos dio la mano pues antes de pisar tierras Australianas ya tenía una oferta laboral la cual obviamente acepté y donde el 7 de Septiembre comencé ya a desempeñarme en mis funciones.

El proyecto lo estamos realizando para Telstra, el cual es la principal compañía de telecomunicaciones del país, lo cual es todo un reto y a la vez una gran oportunidad para crecer laboralmente. Ya cumplí 15 días trabajando y bueno, han sido días algo difíciles porque en paralelo hemos estado haciendo todas las diligencias necesarias al llegar e irónicamente tener trabajo tan recién llegado complica las cosas. Me hubiese gustado obviamente tenerlo pero quizá haber tenido mas tiempo para establecernos.

Específicamente en cuanto al trabajo pues es poco lo que les puedo contar por ahora, pero les confirmo lo que tanto dicen las personas que ya han emigrado, lo importante que es venirse con el mejor nivel de inglés posible. Yo me considero que tengo un nivel de intermedio a avanzado, y les confieso que muchas veces me siento frustrado porque hay ocasiones donde solo capto como el 50% de la conversación. Esto afortunadamente me pasa es con algunas personas que hablan muy rápido y con muchos modismos pero no deja de inquietarme. Espero que mi oído mejore pronto porque de verdad a veces se las ve uno en aprietos con este tema de la lengua.

Pero bueno, lo importante es que ya estamos mas encaminados y a pesar de los sacrificios que hemos pasado estos días y algunos que todavía nos quedan, estamos bien contentos que las cosas se han ido dando.